SIN CAMBIOS

Las personas no cambian… pero pueden ser peor. He meditado…sumergida en él desasosiego, no sé en qué momentos me perdí y ya no me interesa.

A fuerza de violentas sacudidas, de enervantes decepciones, de presencias no invocadas, de fantasmas que me acechan, hoy soy peor, no me arrepiento, no anhelo, no sueño, soy negro sobre negro entre oscuridad y sombras.

Me siento enferma, nauseabunda por dentro, pero fuerte, impenetrable. De alguna manera estoy sola, siempre he estado sola; sin embargo, este espacio me acompaña, me cobija, me regresa un pedacito de mi humanidad. Vine a ser lo que soy, a vomitar el cáncer de mi amargura, a decir lo que nadie quiere escuchar o no tienen el valor de decir.

Las personas cambian, si….solo cuando mueren, porque ya no hay vida dentro, ni fuera, ni en los ojos o las lenguas.